Los Pasajes Cubiertos: Tesoros Ocultos del París del Siglo XIX Tras las fachadas haussmannianas de los Grands Boulevards del distrito IX, un mundo paralelo aguarda a los paseantes en busca de autenticidad: los Pasajes Cubiertos. Estas prestigiosas galerías comerciales, construidas entre finales del siglo XVIII y el Segundo Imperio, encarnan la esencia de la vida parisina del siglo XIX. Un auténtico museo viviente, anticipan los grandes almacenes y centros comerciales modernos, a la vez que conservan un encanto inimitable y una atmósfera tranquila que transporta al visitante décadas atrás.

Historia: El nacimiento de los antepasados de los centros comerciales

Durante la Belle Époque, París contaba con hasta 70 pasajes cubiertos.

Estas galerías visionarias se crearon para permitir a la burguesía parisina desplazarse por la capital a pie sin enfrentarse a los elementos, las calles embarradas ni al bullicio del tráfico urbano. Para 1850, más de 30 galerías animaban los barrios, encarnando la innovación urbana de su época. Con la llegada de los proyectos de renovación urbana de Haussmann y la competencia de los grandes almacenes (Galerías Lafayette, Printemps), la mayoría de las galerías desaparecieron. Sin embargo, aún existen 21 galerías en París, concentradas principalmente en los distritos II y IX. Estos supervivientes siguen siendo valiosos testigos del París histórico, ofreciendo una auténtica visión de la elegancia comercial del siglo XIX. El Pasaje de los Panoramas: El más antiguo que aún se conserva Construido en 1799, el Pasaje de los Panoramas es la galería cubierta más antigua de París. Su nombre proviene de las dos grandes rotondas que adornaban su entrada, diseñadas para mostrar panoramas, atracciones visuales populares en la época que ofrecían vistas de París, Tolón, Roma y Jerusalén. En 1816, este pasaje se convirtió en el primero de París en ser iluminado con lámparas de gas, lo que marcó una revolución tecnológica urbana. Con 133 metros de largo y su magnífica cubierta de cristal, este pasaje ofrece una experiencia sensorial inigualable. El Théâtre des Variétés, fundado en 1807, le añade su sello de prestigio artístico. El pasaje aún alberga el famoso taller de grabados Stern, de principios del siglo XIX, y el salón de té "L'Arbre à Cinnamon", que conserva la decoración de época de la antigua chocolatería Marquis. El pasaje también sigue siendo un lugar predilecto de los filatelistas parisinos, que acuden en masa a sus tiendas de sellos y postales antiguas. Acceso: Rue Saint-Marc, Rue Vivienne, Rue Montmartre o Boulevard Montmartre. Abierto de 6:00 a. m. a medianoche.

Passage Jouffroy: El alma romántica de los Grands Boulevards

Creado en 1836, el Passage Jouffroy encarna el romanticismo parisino. Es el pasaje cubierto que mejor ha conservado su atmósfera de antaño: arquitectura de hierro y cristal, suelos de mármol blanco y gris con sutiles patrones geométricos y, sobre todo, una extraordinaria diversidad de encantadoras boutiques.

Este pasaje, el primero construido íntegramente en hierro y cristal, sigue siendo una visita obligada para los viajeros que buscan autenticidad. Aquí encontrará:

  • Pan de jengibre (#29): Una cueva de Aladino llena de juguetes antiguos, miniaturas, peluches y artículos decorativos. ¡Un paraíso para niños que también encantará a los adultos!
  • La Boite à Joujoux (#41): Tienda de juguetes antiguos y curiosidades, un remanso de nostalgia
  • Segas (#34): Especialista en bastones antiguos y de colección
  • Hôtel Chopin: Un romántico establecimiento que transporta a sus huéspedes a la época del mismísimo Chopin
  • Musée Grévin: Su entrada da directamente al pasaje, con 200 estatuas de cera de celebridades
  • Le Salon des Miroirs: Espacio de exposición y relajación

    Acceso: 10-12 Boulevard Montmartre, estación de metro Grands Boulevards (líneas 8 y 9). El Passage Jouffroy se extiende directamente desde el Passage des Panoramas y el Passage Verdeau, creando un circuito de paseo ininterrumpido. El Pasaje Verdeau: Un Pasaje para Coleccionistas Exquisitos

    Menos conocido que sus ilustres vecinos, el Pasaje Verdeau (construido en 1847) posee un discreto encanto propio. Ubicado justo al lado del Pasaje Jouffroy, este luminoso pasaje, con su elegante techo de cristal y su refinada estructura metálica, atrae a una clientela de apasionados coleccionistas.

    Aquí reina una atmósfera de estudiada tranquilidad, propicia para el descubrimiento: libreros especializados en libros raros y postales antiguas, comerciantes de arte y anticuarios se codean con galerías de arte contemporáneo. Es el lugar ideal para buscar tesoros excepcionales y descubrir joyas del pasado.

    Acceso: 6 rue de la Grange Bâtelière y 31 bis rue du Faubourg Montmartre. Metro: Richelieu-Drouot (líneas 8 y 9). Arquitectura y Luz: El Genio Parisino Lo que distingue a los pasajes cubiertos parisinos es el uso visionario de la claraboya cenital, una estructura de cristal que cubre toda la galería y permite una iluminación natural inigualable. Esta luz única, filtrada a través del cristal, crea una atmósfera mágica donde el tiempo parece detenerse. La arquitectura combina elegancia y funcionalidad: imponentes pilastras, herrería ornamental, mosaicos geométricos en el suelo y, a menudo, esculturas o bajorrelieves que evocan la prosperidad comercial de estos lugares. Los tejados inclinados, las estructuras metálicas y las fachadas de cristal crean una sintaxis arquitectónica única en Europa, lo que explica su estatus patrimonial. Un Paseo Inolvidable: Los Tres Pasajes en un Circuito El genio urbano de los Grands Boulevards reside en la continuidad entre estos tres pasajes. Partiendo de la Rue Vivienne o el Boulevard Montmartre, puede cruzar el Passage des Panoramas, continuar por el Passage Jouffroy con sus diversas tiendas y terminar en el Passage Verdeau y su ambiente más contemplativo, todo sin siquiera salir.

    Este paseo de 30 a 60 minutos (dependiendo del tiempo que dedique a mirar escaparates) ofrece una verdadera inmersión en la elegancia parisina del siglo XIX. Los restaurantes escondidos entre las arcadas ofrecen deliciosos descansos: cervecerías tradicionales, salones de té históricos y pequeños y animados bistrós. Recomendaciones de tiendas y restaurantes imprescindibles

    Imprescindible:

    • Passage Jouffroy - Pain d'Épices: Juguetería vintage, peluches raros, miniaturas
    • Passage des Panoramas - Stern: Grabados y estampas del siglo XIX
    • Passage des Panoramas - L'Arbre à Cannelle: Encantador salón de té que conserva su decoración de época
    • Passage Jouffroy - Hôtel Chopin: Escapada romántica o visita al hotel
    • Passage Jouffroy - Musée Grévin: 200 estatuas de cera, una experiencia lúdica y entretenida Ambiente
    • Passage des Panoramas - Estación Victoria: Restaurante original con un vagón restaurante histórico
    • Passage des Panoramas - Bar des Variétés: Hamburguesas francesas refinadas, ambiente de bistró chic

    Más allá de los Tres Pasajes: El ecosistema de los Grands Boulevards

    Más allá de los pasajes cubiertos, los Grands Boulevards ofrecen una densa red cultural: Folies Bergère, museos (Museo del Perfume Fragonard, Museo Grévin), teatros (Palace, Théâtre des Variétés), cines emblemáticos (Grand Rex con su estilo Art Déco). El barrio encarna una rica vida urbana donde boutiques, restaurantes, entretenimiento y cultura coexisten en armonía. A solo unos pasos del Hotel R de Paris

    Desde el Hotel R de Paris, ubicado en el corazón del distrito 9, a menos de 10 minutos a pie de los pasajes cubiertos, podrá acceder a este mágico mundo del París histórico. Esta proximidad única lo convierte en el punto de partida ideal para explorar los pasajes a su propio ritmo y luego regresar para relajarse en la refinada comodidad del hotel.

    Consejos prácticos para una visita inolvidable

    • Horario: La mayoría de los pasajes abren de 6:00 a 0:00. Tiendas: Generalmente de 10:00 a 19:00 (consultar tiendas especializadas).
    • Acceso: Metro Grands Boulevards (líneas 8 y 9) o Richelieu-Drouot (líneas 8 y 9).
    • Tiempo recomendado: Mínimo 1 hora para los tres pasajes, 2-3 horas para una visita completa, incluyendo compras y un salón de té.
    • Mejor momento para visitar: Días laborables y fuera de las horas punta para disfrutar de la tranquilidad.
    • Qué llevar: Cámara de fotos, libreta pequeña para anotar las direcciones imprescindibles.
    • Calzado: Calzado cómodo para pasear sin cansarse por el mármol y los adoquines históricos.
    • Pausa para comer: Reserva con antelación los restaurantes más populares.

    Los Pasajes Cubiertos: Un París Atemporal Los pasajes cubiertos del distrito 9 no son solo lugares de comercio o tránsito. Representan el estilo de vida parisino, donde pasear es un arte, los detalles arquitectónicos cuentan historias y cada tienda, cada restaurante, cada rincón de luz y sombra transporta al visitante siglos atrás. Desde el Hôtel R de Paris, descubra estas joyas secretas de París y déjese cautivar por la magia atemporal de la capital.